Japón en la entreguerra
En 1918 Japón ocupaba una sólida posición en el Lejano Oriente; contaba con una marina poderosa, ejercía gran influencia en China y se había beneficiado económicamente de la primer guerra mundial; aprovechó la situación proporcionando a los Aliados barcos y otros artículos, así como para surtir pedidos a Asia, que los europeos no podían atender. Políticamente la ruta hacia la democracia pareció despejarse cuando, en 1925, se concedió el voto a todos los varones adultos. Sin embargo las esperanzas no tardaron en hacerse añicos: a principio de los años treinta el ejército asumió el control del gobierno.
¿Por qué se convirtió Japón en una dictadura militar?
Durante el decenio de 1920-1930 surgieron problemas, al igual que en Italia y Alemania, que los gobiernos electos democráticos resultaban incapaces de resolver:
- Desde el principio la democracia no fue bien vista por muchos grupos de la sociedad japonesa, tales como la milicia y los conservadores que estaban atrincherados en la cámara alta del parlamento. El ejército, que ansiaba intervenir China y pensaba que la política de Shidehara era "blanda", derribó al gobierno en 1927 e invirtió la política.
- Muchos políticos eran corruptos y se dejaban sobornar regularmente por los grandes negocios; las acusaciones y contraacusaciones que se lanzaban unos a otros solían provocar conflictos.
- El gran auge comercial de los años bélicos duró sólo hasta mediados de 1921, cuando Europa comenzó a revivir y a recuperar los mercados perdidos. Esto provocó desempleo e inquietud industrial, a la vez quel os granjeros sufrían por el acelerado descenso del precio del arroz causado por una serie de cosechas abundantes. Así los trabajadores, al igual que el ejército y la derecha, se fueron tornando hostiles a un parlamento que se presentaba como democrático pero permitía la supresión de la izquierda y aceptaba soborno de los grandes negocios.
- La crisis económica mundial desatada en 1929 afectó a Japón severamente; sus exportaciones disminuyeron en forma desastrosa y otros países le impusieron nuevas tarifas a fin de salvaguardar sus propias industrias. Sobrevino una pobreza desesperada de la que los campesinos y los trabajadores fabriles culpaban al gobierno y las grandes empresas. Ya en 1927 un gran número de oficiales, atraídos por el fascismo, estaban planeando adueñarse del poder e implantar un enérgico régimen nacionalista.
- La situación alcanzó un punto crítico en 1931, a causa de la crisis de Manchuria, donde los chinos estaban tratando de desplazar el comercio y los negocios japoneses, lo que habría asestado un tremendo golpe a la economía del país, ya muy lesionada por la depresión. Con miras a preservar sus ventajas económicas, contingentes militares japoneses invadieron y ocuparon Manchuria (septiembre de 1931) sin autorización de su gobierno. Cuando el primer ministro Inukai reprobó los actos, fue asesinado por un grupo de oficiales (mayo de 1932); su sucesor consideró que debía apoyar las acciones del ejército. Durante los 13 años siguientes éste prácticamente gobernó al país, imponiendo medidas similares a las adoptadas en Alemania e Italia: supresión de los marxistas, asesinatos de opositores, control de la educación, fortalecimiento bélico y una política exterior agrasiva encaminada a conquistar territorios en Asia como mercados para las exportaciones japonesas. Todo ello culminó en un ataque a China (1937) y participación en la segunda Guerra Mundial en el pacífico.